Tradiciones
y Costumbres
Cada
país, cada pueblo habla de si mismo a través de sus
manifestaciones artesanales, estas representan y expresan
sus vivencias y necesidades pues son obras que generalmente
tienen un fin ya sea decorativo o práctico, con frecuencia
llevan el sello de sus creadores por lo que suelen ser
especiales y numerosas veces identifican a una región ó
estado, nuestra expresiones artesanales son muchas:
elementos decorativos, comidas y bebidas, cerámicas, cesterías,
licores, papelería, pinturas, tejidos, zapatería,
vestimenta, orfebrería, adornos, tallas y objetos de
madera, construcciones, mueblerías, chinchorros y
hamacas…entre muchas otras son algunas de las expresiones
artesanales que se encuentran en Venezuela; a través de
ella expresamos lo que es nuestra gente, como es nuestra
forma de vida y que lleva en el alma nuestro pueblo.
Virgen
de La Consolación - Patrona del Táchira
Su ubicación está en la ciudad de Táriba Edo. Táchira,
en la Basílica menor de Nuestra Señora de La Consolación
En
1560 dos padres Agustinos venidos del Nuevo Reino de Granada
llegan a Táriba, llevando de San Cristóbal una tabla con
la imagen de nuestra Señora de la Consolación.
En
1600 se construye una ermita para la veneración de la
excelsa Virgen. Desde entonces para acá, Nuestra Señora de
la Consolación, es el centro devocional de Táriba, y la más
preciada reliquia de sus buenas y cristinas gentes.
El
15 de agosto se celebra su fiesta, con solemne Pontifical y
sermón de circunstancias. Y es entonces cuando el amor a
Nuestra señora de la consolación se desborda por todas
partes, lleno de unción de fe y de esperanza, y cuando la
piedad de tachirenses, de venezolanos y de muchos
colombianos abre caminos de luz para venirse a postrar a sus
plantas maternales.
Allí
esta ELLA, la Reina, la Madre, siempre es trance de amor y
de entrega, recogiendo los dolores de los hombres para
devolverlos trocados en alegría o en alivio. Por eso hasta
su trono, joya y relicario del arte de oro y rutilantes
piedras preciosas, vienen todas las gentes con tranquila
confianza: los nobles y los hijos del pueblo, los obreros y
lo menestrales, los ricos y los pobres, los inteligentes y
los rudos los empleados y los buenos campesinos que el día
de sus fiestas se visten de gala, y recogen las primicias de
sus mejores cosechas y rasgan con las manos briosas las
cuerdas del cuatro y de las guitarras, para venirle a decir
a la Madre las Càntigas de su amor limpio y sin mancha. |